La disolución por quiebra y entrada en concurso de acreedores de la antigua sociedad municipal SEDESA, ha puesto en alerta e inquietud a un centenar de familias de la calle Villarreal y de la barriada de La Alcarrachela al recibir hace unos días una notificación del administrador concursal en la que se les informa que las viviendas sociales que habitan saldrán próximamente a subasta pública.
Se trata de unas 110 Viviendas de Protección Oficial (VPO) aproximadamente de estas zonas de la ciudad astigitana antes mencionada y que pertenecían a la antigua empresa municipal SEDESA, que se disolvía en septiembre de 2014 por falta de liquidez.
Una subasta pública, que mantiene a los inquilinos e inquilinas de estas viviendas sociales de Écija en una situación de incertidumbre ante la posibilidad de perder o que cambien las condiciones de alquiler de la vivienda que llevan habitando en algunos casos desde hace más de dos décadas, y por las que pagan al mes entre setenta y ochenta euros.
Dándose el caso que entre estos inquilinos e inquilinas se encuentran personas que residían en los terrenos conocidos como “El Picadero”, ahora convertido en el parque arqueológico de Plaza de Armas; que en su día aceptaron la propuesta de la administración local de permutar sus antiguas viviendas por una de las viviendas sociales, que ahora se quieren subastar.











