Aficionados a los toros, así como los padres y madres de los alumnos y alumnas de la Escuela Municipal de Tauromaquia de Écija, están mostrando durante los últimos días a través de las redes sociales su “preocupación e indignación” por cómo se encuentran las instalaciones de la Plaza de Toros de la ciudad astigitana.
Según estos ciudadanos y ciudadanas, la situación actuad del conocido popularmente como el “Coso de Pinichi”, es “vergonzante por su estado de abandono, el de unas instalaciones municipales que costaron más de un millón de euro a todos los ecijanos y en la que ya ni los alumnos de la escuela taurina podrían recibir sus clases en este momento, ante la aparición de numerosos insectos debido a una falta de mantenimiento en la época veraniega que ha provocado que la maleza y las malas hierbas anden a sus anchas por las instalaciones”.
Para estos ciudadanos y ciudadanas, esto “no es lo más grave ya que se puede recuperar en unas semanas con el esfuerzo de una cuadrilla de limpieza, si no el deterioro en general que sufre desde hace años la plaza de toros”, que cuenta en su interior con dependencias para conserjería, enfermería con hasta tres camas, administración, capilla, despacho de billetes, carnicería, sala de toreros, cuadra con capacidad para treinta caballos, corral cubierto para hacer el apartado y ocho chiqueros, que se “podrían utilizar además de los toros, para traer hasta nuestra ciudad innumerables eventos y espectáculos durante la primavera y el verano”.
En este sentido, cabe recordar que el “Coso de Pinichi” se encuentra ubicado sobre el suelo del antiguo circo romano y que su última restauración de importancia se llevó a cabo en 1888, que aún persiste. Una plaza ecijana que fue construida en piedra, cemento y hierro, que cuenta con un redondel de 52 metros de diámetro y un callejón 1´5 metros de ancho, la cual tiene un aforo de 8.000 localidades aproximadamente y está catalogada como de 3ª categoría a nivel nacional.
